Su insaciable mente creativa nunca ha dejado de soñar. A los doce años comenzó a crear personajes e historias que permanecieron durmiendo en un cajón, hasta que decidió rescatarlos durante el confinamiento. Su propósito era relatar una historia épica y compartirla con los demás, en especial como regalo para esas grandes amistades que se cruzaron en su camino y le marcaron el alma.
El mundo de Heimdhurim tiene al menos cuatro novelas planeadas, pero la forja de su mente siempre está fraguando algo más.