Tras comenzar a latir al ritmo de «Pum, pum, pum» es el momento de aplaudir junto a «Plas, plas» pues, una vez más, siento la necesidad de compartir con todas aquellas manitas a las que llegue este libro, que sólo conociendo nuestras diferencias podemos llegar a respetarnos, pues…
Todos somos diferentes y… ¡menos mal! Si no, sería muy aburrido.
A pesar de mis estudios de Magisterio Infantil, Danza Clásica y Psicopedagogía es en el aula, junto a mis peques, donde se produce el mayor de los aprendizajes ya que, día a día, tengo la suerte de descubrir y reinventar nuestro mundo al mirarlo a través de sus ojitos inquietos y llenos de ilusión.
Pero nunca se deja de aprender, así que… ¿seguimos creciendo juntos?